Vapor de mármol (1995)


algunos poemas

CONSTELACION DE SEMEJANZAS


Al viento

quisiera tirar mi cuerpo
mi corazón de amor maniatado
y entregarme a la búsqueda
del encuentro con la luz
en el rayo violeta de los sueños

ahí
habitar alguna alcoba repleta
de almas que gemelas caminen el sendero

creo en las semejanzas

mas sé que somos muchos aún distantes
en la constelación de ojos astrales
en este devenir que nos transforma
hasta alcanzar las cúspides del éter

por hoy vivo perdida
expuesta ante los días
dentro de un tianguis que sobrevive
de rematar recuerdos
en él he aprendido:

no tomar consejo de la muerte
es entender muy poco de la vida

por ello apodo con nombres cualesquiera
a las angustias

No es alguien en especial quien duele
sino el amor
amor a secas
cercanía sin palabras
serenidad
ser nidos juntos
amor callado
amor a gritos
cuando la infancia no es difícil
sino para los ojos del adulto
adulterado amor
que por pensar se pierde
amor atado y desatado
amor ateo
de un dios enceguecido
de esta vendimia
de firmamentos inventados
intentando brillar a un mismo tiempo


Tampoco es algo en especial
lo que nos duele
sino la vida
la vida a secas
todas sus rondas sin sentido
los círculos de ascenso y las caídas
el trago amargo
las dichas impostadas
la vida misma
gran célula de hastío
estadio de estatuas desgastadas
molécula de glorias pasajeras
pasatiempos
pasamanos
de mano en mano la vida
del comienzo tierna vida
cuerpo sin estatura dejándose crecer
para aprobar la prueba
probar la vida
viviendo en todos
martillos
cinceles
y pátinas bronceadas

sólo la vida duele

Y del sueño
¿qué hay?
en él estamos todos
por la aventura de un terco
dios que insiste en bendecirnos
por consentir su magia
a todos nos tiene en su tinglado
escenario de mares sin destino
mares feroces
mares mustios
mares cavernas del origen
de su perfil distante
distinto en cada playa
arena móvil
sal en las venas
horizonte:

ésta es la línea del misterio
el infinito mundo del abismo

Así la muerte arriba
con su palabra rota
desflorada
con licencia febril clava guadañas
se apoltrona
en su trono de fósforos dolientes
en el dolor de esperas que amanecen
pensando en otro amor
en otra vida
en otro sueño más a la deriva
frutos jugosos sus recuerdos
que por milenios heredamos
y sus caminos no se borran
sino hasta haberlos pisoteado
asesinando al tiempo con la llama
con nuestro polvo
o este insondable albedrío

siempre la misma cara
el mismo cuerpo
las mismas llagas
esperanzados transitamos
creyendo en una estrella que viaja
en las arterias de este nuestro cielo
cripta final y paraíso

¿A dónde vamos?

será que somos
caminos proseguidos

o conclusión cansada
no deseando repetirse

¿a dónde vamos?

a convencer a Dios para que ya no guarde
su acostumbrada voz en el silencio

y atender
su responso
con este

nuestro corazón que avaro espera
como vapor de mármol.