Abrazos de mar incansable
ILUSTRACIONES
Luis Filcer
Editorial praxis
Por el espejo espío las palabras de una cartomanciana sus augurios hacen vivir los sueños de quienes la visitan mañana es su vocablo mágico ayer su anzuelo con el pesca anhelos y pesadillas y los convierte en viento al viento en brujo que cumple peticiones y a las peticiones en sol caliente que ilumina los días que predice. La cartomanciana es una gitana loca con olor de ciudad y montaña tiene los ojos grandes y larga la cabellera como el largo decir de sus presagios de alguna parte vino y hoy vive en un escondido café de intelectuales la razón es la materia prima que en superstición transforma y así con las barajas que brincan como duende perverso echa la suerte. El humo del cigarro que fuma se esparce veleidoso e insiste en dibujar designios: transfigurada observa los naipes de mi suerte gitana pitonisa esta cartomanciana que me clavó su mirada color de noche y me auguró un amor que convirtió mi corazón en sedentario.
Amor feroz que comienza en la noche temprana y termina siempre de madrugada amor que vuela repta se retuerce amor sin casa de tiempo y espacio inhabitados de agua corriente y luz y música que finca su estancia entre los cuerpos amor de horas desaliñadas de pulcritud y sueño de sed y hambruna amor mediterráneo de mar y cuevas.
Aquí hubo un sueño compartido palabras de ineludible encuentro en todos los idiomas venas repletas de vida y heridas que como matas de luz provocan un escándalo por dentro aquí hubo esa caricia recuperada por todos los siglos que nos unen esas voces que se entrecruzan en el mar de los recuerdos de infancia y la caótica indisciplina que el amor impone cuando aparece sin avisos.
Un viaje sin regreso dio su inicio un fuego sin descanso hay tantos que nos pueblan este cuerpo me habría gustado que en el mío quedaras siempre tú y tu universo.
Con la luna converso la miro la soborno quiero con su luz desdibujar los escasos rasgos que aún de ti me habitan y más se imprimen me penetran surcan mis ojos por mis venas caminan envenenan mi aliento Mitad de cuerpo mío y corazón míos que en tu ausencia te respiran.
Cuando vacía de ti mi noche se agiganta sueño con la humedad de tu cuerpo en las sombras reconstruyo nuestro abrazo y su vida fugaz e inesperada que puso a juguetear a mi esperanza me sorprende me arrojaste a un río sin vertientes en él habito con mi cuerpo desnudo y los brazos abiertos en él y con el viento danzo al ritmo con que tus ojos miraban con ellos viento y agua y con el fuego que tus besos me tiñeron río en el río de agua escandalosa me asiento en su lodo que es barro tú como yo y todos barro barro en los márgenes de los encuentros barro en tu alma y mi cuerpo barro que nos pigmentó la piel y la bendijo.
¿Acaso fuiste invento? debe ser la cosecha de mi necio deseo que nunca se satisface las historias son su pasatiempo con mi fantasía las diseño y las palabras de mi pluma rasgan este papel en blanco Ahora sólo poseo un difuso latir en mi corazón siempre errante desarraigado corazón desamparado músculo que a fuerza de olvidos lo renazco su vocación de ave es incansable siempre estará de partida iluminado por la luna menguante y las tardes de otoño estación de hojas muertas y preámbulo al frío.
El sentir no se equivoca los encuentros lastimosos lo limitan abandonos que sin razón sobrevienen y todo vuelve a lo de antes: Las manos vacías con ellas modelo un poema que transformo en naipe lo arrojo a tu cara y con él apuesto todo lo que tengo todo por mirarme en lo negro de tus ojos ojos sombra que me amordazaron ¿Tus ojos? no no fueron tus ojos fueron tus palabras tu insomnio tu amor a la noche culpable noche que ambos adoramos hechicera noche de rituales que por placer tuvo eternizarnos poseer nuestras madrugadas a cambio del sueño de la cauda en las venas que lo invade todo con sangre con ecos y abrazos de mar incansable.