LA CIUDAD, LA NOCHE
…de por ahí, de algún sitio de San Juan de Letrán y alrededores, hoy,
Eje Lázaro Cárdenas, y a propósito de una exposición
del pintor Oscar Rodríguez
En la ciudad hemos escrito historias con la noche entresacadas de redes callejeras de laberintos donde la entrada es gratis y mirar no cuesta nada. Hemos cabalgado madurando al día hasta volverlo sombras cielo color añil fosforescente y electrizados sueños entre jolgorios y violencia. Hemos fincado casas sin paredes estancias invisibles donde vagabundear a la intemperie hasta vivirlo todo aun esa añoranza de tierras sin asfalto. En la ciudad descubrimos la vendimia nocturna un olor a sexo desperdigado en las esquinas y esas parejas sin nombre amándose en penumbra con su ebriedad teñida por la luna. Aquí los astros se transforman en espías al cuidado de corazones que se divierten rumbeando o esperando a que la noche madrugue hasta agotarse y encontrar el camastro donde reposar el cansancio de la felicidad y el desamparo. Aquí la noche es gran caverna donde se hospeda el mundo inesperado de lo trágico donde el diablo y un dios pelean en silencio y la atmósfera se enturbia de humo de fiebres ayuntadas de carcajadas y sudores de amoríos clandestinos. En la ciudad la noche es noche de placeres de lágrimas y orgasmos ternura torturada por el amanecer mercurial del otro día. La noche es también la mala noche aquella de las casas vacías o de los padres solitarios cargando hijos abandonados por malas madres ausentes. Hay calles donde a todos se les escapa un suspiro y los ojos de tanto mirar se les ahuecan. Cabronas calles sufriendo la invasión de forasteros que a sangre fría desbaratan la vida esperanzada de algún desconocido. Calles que son vitrina de compañías momentáneas aguijones de soledad donde el fuego es la llama azul de lo sombrío si acaso un aura enrojecida de rabia o un arcón donde guardar el alma. En la ciudad las calles por las noches son vértigo sin tiempo sin pasaportes ni fronteras tempestad silenciosa supurando el deseo y la magia indescifrable del encuentro.