enamoribunda

 XXXI 
  
 Estoy enamoribunda, 
 a punto de morir enamorada 
 en el muladar de mis propios sueños. 
  
 Por haber confesado que amo, 
 se clausuró tu puerta
  
 En los muros ya no existen más balcones 
 para espiar tus ojos colmenares. 
  
 De tanta sed mi boca es un desierto, 
 dunas errantes mis manos quedaron 
 huérfanas de tu cuerpo. 
  
 Mi llanto es cruel oasis 
 con el que te ahogaría 
 porque me duele más 
 no mirarte 
 a mirarte sin que me mires.   

POEMA: ANDREA MONTIEL
MÚSICA Y VOZ: DELIA CAFFIERI